Cómo somos nosotros, los venezolanos…
A través de la carta astral de nuestro país, podemos entender con profundidad la idiosincrasia de nosotros, los venezolanos. Los dos astros de mayor importancia en un mapa astrológico son el Sol (que representa nuestra esencia colectiva y los factores de poder que organizan a la nación) y la Luna (nuestros hábitos, psicología colectiva, idiosincrasia), y a través de ellos podemos tener algunas pistas de cómo somos los venezolanos.
El aspecto emocional que nos da el signo solar Cáncer, nos lleva a actuar de manera irracional, guiados por impulsos. Cuando nos toca votar, se pone de relieve un sentimiento que tiene dos caras: amor-odio.
O votamos contra alguien (voto-castigo) porque lo rechazamos con furia, o votamos por alguien, no por sus propuestas, sino por su carisma, votamos por un líder a quien creemos “porque sí”, porque despierta fe, emoción, entusiasmo, y un líder que genera este sentimiento es el más proclive a recibir luego el odio de una población despechada.
Cuando no están presentes estos dos sentimientos, sale a relucir el otro aspecto de nuestra personalidad colectiva: el de la Luna en Capricornio. Ante candidatos “fríos” o racionales, actuamos con apatía, con abstencionismo… a menos que nos “pongan donde hay”… otra actitud es no “pararle” a nada”… a menos “que se metan conmigo”.
Bajo esta perspectiva cuadraría muy bien algunos rasgos que describe Axel Capriles en su descripción del “pícaro venezolano”. Actuamos con sentido práctico, por eso, si la oposición quiere ganarse al pueblo, a la masa, no lo va a convencer con razonamientos ni con ideales de democracia, sino con propuestas prácticas, que serán atendidas en la medida que el gobierno no pueda satisfacer los requerimientos de la población.
Venezuela es Cáncer, y la regencia anatómica de este signo es el estómago, y a los venezolanos del común se les llega por ese órgano; suena descarnado decirlo, pero así somos.
También tenemos, por la influencia de varios planetas en un signo de aire, algo de idealismo, pero nuestros ideales son superficiales, un adorno para resolver nuestros asuntos prácticos. Nuestro presidente es tan solo el reflejo de lo que somos todos, tanto los que están de su lado como en su contra. Si queremos cambio de gobierno, tendremos que cambiar como pueblo; algo de eso es posible que ocurra en el 2010…
Por Pedro González Silva
No hay comentarios:
Publicar un comentario