martes, 7 de septiembre de 2010

La Luz Liberadora del Desapego - Zadquiel

LA LUZ LIBERADORA DEL DESAPEGO

ZADQUIEL

Que la luz de la sabiduría y la sensibilidad espiritual iluminen vuestro camino y santuario interior.

Existen diversos factores condicionantes que obstaculizan el progreso espiritual y, aunque tengamos conocimientos, si no fomentan indiferencia hacia todo lo que nos impide expandir y sintonizarnos con el plano divino, no progresaremos espiritualmente. Vuestra condición existencial actual es la síntesis de los procesos de experimentación evolutiva donde los anclajes son diversos. Los dos anclajes más relevantes en vuestro proceso espiritual son el ego mental, o percepción errónea de la realidad, e identificarse con los objetos, circunstancias y personas que son mecanismos de aprendizaje evolutivos.

La mayoría de los operadores de luz estáis muy identificados con vuestro cuerpo físico y, por ende, con todo aquello que está relacionado con él. Vuestro sentido de propiedad es una inflación del ego que se produce cuando os identificáis con las circunstancias, objetos, personas y el espacio-tiempo en el que vivís. Aunque tenéis información espiritual, no la estáis utilizando correctamente, porque vuestro ego está anclado en parámetros reaccionarios de propiedad, explotación y manipulación de los recursos energéticos y humanos que están a vuestra disposición. Todavía no habéis comprendido la ley cósmica de la transitoriedad y caducidad de las cosas, procesos y circunstancias. El universo se rige por la ley axiomática de la mutación constante como principio de evolución, de lo contrario se produciría el estancamiento y la retrogradación. Esto es lo que sucede a muchos operadores espirituales que han alcanzado cierto nivel evolutivo y cuyas tendencias inmovilistas están enmascaradas por falsos conceptos y autoengaño.

A pesar de la información que estáis recibiendo, son muy pocos los que han comprendido que la finalidad de la evolución no es crear unas condiciones existenciales más optimas y estables, sino descubrir que lo que vosotros denomináis vida es una lapso fugaz en la eternidad del tiempo y una oportunidad para sintonizarse con el plano divino. Todos los objetivos que hayáis logrado y que no contribuyan a vuestro crecimiento interior están abocados inexorablemente al fracaso y la frustración. Es necesario que comprendáis que el único bagaje que transportáis en cada proceso evolutivo son los paradigmas espirituales que hayáis integrado en vuestro Ser Esencial. Sois expresiones divinas que se os ha brindado la oportunidad de recuperar vuestro estatus espiritual y sintonizaros con el mundo del servicio mediante el amor incondicional y la colaboración fraternal, sin expectativas de ningún tipo. Vuestra Esencia Divina es intrínsecamente una unidad de servicio y su única posesión, gozo y sabiduría estriba en ser un instrumento de crecimiento, guía e inspiración para los demás.

Vuestras prácticas espirituales no darán el fruto deseado mientras sigáis nutriendo patrones y conceptos erróneos que nada tienen que ver con la expansión de la conciencia y con el servicio divino. Aunque practicáis determinadas disciplinas de crecimiento espiritual, os quedáis anclados en las prácticas rutinarias cuya motivación y finalidad son erróneas. Las prácticas del tipo que sean tienen una finalidad específica, que es desarrollar más conexión con el plano divino y desvincularse del plano físico-mental en el que vivís. La felicidad que tanto anheláis como aspecto consustancial al ser, estriba en el grado de desapego que desarrolléis hacia todo lo que obstruye la conexión con Dios y con el servicio divino.


El universo funciona en base al servicio, y los seres de luz más evolucionados del universo son los guardianes y mentores evolutivos encargados de que la corriente del servicio divino fluya plenamente en el universo. Para progresar espiritualmente es necesario comprender que, como seres de luz, estáis diseñados para integrar los paradigmas del amor divino que implica servicio desinteresado, colaboración fraternal y desapego de conceptos, actitudes, hábitos y valores que eclipsan vuestra sensibilidad y visión espiritual. El crecimiento espiritual no está relacionado con objetivos de engrandecimiento personal, reconocimiento social, estatus económico, etc. El nivel espiritual de una persona se establece en función de su indiferencia hacia los placeres sensuales y la no identificación con circunstancias, lugares, personas y objetos; no porque sienta repulsa hacia ellos, sino porque conoce perfectamente cómo utilizarlos para el servicio divino y contribuir al despertar y crecimiento espiritual personal y de los demás.

Es importante no confundir el desapego con la indolencia, como estrategia evasiva que el ego espiritual utiliza para no asumir responsabilidad por su proceso evolutivo. Todo lo que existe en el universo es energía creativa divina que debe utilizarse para fomentar amor, armonía y belleza en nuestra vida, pero no para explotarla con fines personales. Conocimiento implica ser consciente de que el universo es el mecanismo que el Creador Infinito utiliza para manifestar su grandeza, amor y belleza e invitarnos para que colaboremos con el plan cósmico de la evolución. Cuando utilizáis vuestra energía creativa con finalidades personales, estáis ultrajando vuestro Ser Esencial y eclipsando vuestra sensibilidad espiritual. Una de las leyes axiomáticas cósmicas es comprender que todo lo que existe en el universo es una emanación del poder creativo de Dios y, por consiguiente, debemos utilizarlo para generar lazos de conexión y sinergia amorosa entre “Todos y Todo” lo que existe.

Mientras os sigáis identificando con lo que os circunda, con vuestro cuerpo y mente inferior, vuestra percepción de la realidad será errónea y desarrollaréis la tendencia a posesionaros de todo aquello que satisfaga los deseos perniciosos del ego. De esta forma, los delirios de grandeza eclipsarán vuestra sensibilidad espiritual, desarrollando tendencias retrógradas que os impulsarán irremisiblemente a la explotación y manipulación de la energía creativa, personas y demás formas de vida.

Uno de los síntomas más relevantes del estancamiento y deterioro espiritual es cuando se desarrolla una fuerte atracción hacia el disfrute sensorial y la posesión de todo aquello que lo fomente. En la actualidad, el hedonismo con matices espirituales es una tendencia muy extendida entre los operadores espirituales. Esta es otra de las estrategias del ego espiritual para justificar conductas y actitudes disonantes que nada tienen que ver con el crecimiento y transformación interior. Según el nivel de crecimiento espiritual así se manifestará mayor desapego hacia aquellas prácticas, actitudes, conceptos, hábitos y valores que no fomentan pureza de corazón, desapego, compasión, y colaboración fraternal.


Vuestra vida está fundamentada en una red letal de apegos que van desde lo más burdo a lo más sutil, y el ego mental es el origen de todos ellos. Lo más sencillo es justificarse con premisas de crecimiento espiritual y no abordar con integridad y sinceridad las lacras evolutivas que, como parásitos, absorben vuestra sensibilidad espiritual y opacan vuestra percepción de la realidad. Los apegos más burdos son los que están relacionados con vuestro cuerpo físico, y la identificación con él genera actitudes agresivas y explotadores. Ejemplos de apegos burdos son el sentido de propiedad tan exacerbado que tenéis hacia objetos, circunstancias y personas. Los apegos sutiles están relacionados con el plano mental-intelectual al identificaros con ideologías pseudo-espirituales, con actitudes discordantes y ególatras, con hábitos perniciosos y con conceptos erróneos.

De esta forma, os sumergís en un laberinto existencial que acaba devorando vuestra integridad y sensibilidad espiritual, provocando una desconexión con vuestro Ser Esencial y con el plano divino. Esta es la dinámica habitual que puede producirse en la vida de los investigadores espirituales si sus propósitos no son honestos y su sinceridad no es capaz de discernir entre autoengaño y desafío evolutivo. El autoengaño es la herramienta que el ego espiritual utiliza para que os enfrentéis a los procesos de transformación que suelen ser dolorosos, debido a la resistencia al cambio. El desafío evolutivo es el mecanismo que el Ser Esencial emplea para recuperar su status divino y despojarse de las lacras que lo opacan.


La luz liberadora del desapego es el soporte espiritual que os ayudará a despojaros de los lastres evolutivos que os impiden recuperar vuestra gloria y plenitud divina.

El desapego es una facultad del Ser Esencial que está a vuestra disposición, y cuando lo activáis se experimenta una levedad, armonía y júbilo interior inefables. Los grandes maestros del pasado fueron un emblema del desapego porque vivían en sintonía y sinergia con Dios, el universo y la evolución.

Desapego es afrontar conscientemente los desafíos evolutivos con la actitud de agradecimiento, asumiendo plena responsabilidad por ello y con la convicción de que el esplendor, belleza y amor divinos se manifestarán en vuestro interior.

Sois luz divina inmortal, y la atracción hacia la luz infinita del Creador es la finalidad de la evolución.

Tomado de:
http://almaalada.ning.com/

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