miércoles, 15 de septiembre de 2010

El Llamado de la Estrella...



El llamado de la Estrella

Mi nombre es Javier, estaba recostado en mi cama durante la palpitación de las estrellas, una de ellas me dijo: Ven acá que te mostrare cosas, yo le dije: Bueno espera, en mi interior se me estremecía mis vasos sanguíneos con una corriente apresurada era como que presentía lo que estaba por acontecer, me desvestí fue el pedido de la estrella, apunte a su luz con mis dedos y de la nada fui arrebatado del manto LADY GAIA, prácticamente me evapore en el aire y con una velocidad increíble por medio de un conducto estelar llegue hasta su templo, su lugar, su morada, era todo tan luminoso, tanto, que casi ni podía abrir mis ojos, Su luz interior era destellantes y muy fuerte, habían personas allí, pero ellas no me veían, afortunadamente, Vestían túnicas largas blancas, adornadas con oro puro eran muy finas.

La estrella me dijo, con una voz de pájaro: “mira” y me ha mostrado una puerta muy grande, de color violeta clara, con manecillas gruesas y un espiral de llama violeta formado en su contorno como un arcoíris, me ha pedido que introdujera el nombre de mi deidad, yo sin dudarlo lo hice y en sus bordes se abrían unos sellos, que antes no los había visto, su resplandor de llamarada violeta salía de entre sus bordes penetrando mis ojos, mi piel, mi Ser, mi todo, Allí estaba sentada una mujer muy hermosa, con algo así como un corona en la cabeza, me recordaba a las mujeres egipcias y me decía “hola, al fin te encuentro” Yo no entendía nada en el momento, de lo que estaba ocurriendo y me pregunte ¿Cómo pude llegar hasta este lugar, si yo estaba en la Tierra? Ella me dijo: “ven acá y no temas, siéntate conmigo en este sarcófago de las moradas de tu creación” Yo dije: ¿mi qué? ¿De qué me hablas?

No hagas tantas preguntas que no responderé por ahora Javier, me pregunte ¿como es que sabe mi nombre, si yo dije, el nombre de mi deidad, no el nombre de la Tierra? Ella respondió con una sonrisa “si supieras que te conozco, pero aun no te diré nada, esto se revelara en el velo del secreto cariño” Yo mudo y perplejo, no sabía qué hacer, Sentía que mis piernas ya no podrían sostenerme por mucho tiempo, pues me sentía como un trozo de mantequilla puesta en el fuego, todo eso pasaba en un santiamén.

Ella me decía: “ven que te quiero regalar esto” mis ojos abierto a su regalo, vi una rosa majestuosa, destellaba fuegos artificiales mágicos diminutos desde el interior de la rosa roja profundo, me dijo: “esta es la esperanza que cultive YO en tu interior, es una esperanza de amor, una esperanza de reencuentro y me dijo ¿ya sabes quién soy?” Desde antes supuse que se trataba de mi alma gemela en acción y ella dijo: “así es, mi boca ya no puede callar mas, esto me come por dentro de decirte que soy yo tu alma gemela, tu Membrecía Real, ya se puede reconocer a millares de kilómetros en este mundo y mas allá, tu resonar amado mío llega hasta el centro de mi ser, Ven que quiero reconectarme contigo, tu ya me has escuchado decirte: “te necesito”.

Sé que fue algo asombroso y extraño, pues nunca te había pasado, pero ahora te digo a través de ti, que te necesito y quiero estar contigo unificada en una sola alma, Yo enloquecí con sus palabras y con un suspiro de relajación profunda he dicho: “si” en ese momento no conocía otra palabra en mi vocabulario, Solo conocía y repetía “si” ella me ha dado un pisotón en mi pie, pues sabía que sería lo mejor, pero grite de dolor, pero al instante supe que no debía gritar en ese lugar sagrado, Oh, oh ¿me habrán oído? Ella dijo si, debes salir de este lugar, los guardias vendrán, dije: ¿Qué Guardias? Ellos no saben que estas aquí, pues te traje sin antes consultarlo con nadie de este lugar, así que ahora escóndete bajo la sombra de esta gran estrella ¡hazlo¡

Mientras los guardias, centenares se acercaban a mí, con sus respectivas armas de seguridad, corría peligro, mi corazón se me salía del pecho, entonces corrí a refugiarme en la sombra de la estrella, mi alma gemela los engaño diciendo que me fui hacia arriba, ¡está arriba! decía mi alma gemela, Al ver que los guardias se iban perdidos buscando mi rastro, sentí que mi espalda se había aliviado, mi alma gemela me hace un gesto de “ven” yo fui inmediatamente, me dijo ven y escóndete en mi morada, aquí no te encontraran jamás, sin pensarlo dos veces lo hice y allí me quede por varios minutos, Mi alma gemela disimulada y fingiendo estar anonadada haciendo creer a los guardias de que ella no sabe lo que está ocurriendo, pues por toda la estrella estaba la gente buscándome, es de comprender pues es un lugar sagrado que no cualquiera puede entrar, tienen una biblioteca con información muy trascendental y ellos creían que se trataba de un mago oscuro que se había infiltrado en este lugar para robar esos conocimientos, sabemos que eso no era así, pero sería mejor que creyeran eso, antes de que supieran que un terrestre estaba en este lugar.

Con el pasar del tiempo singular, mi alma gemela me dijo que ya todo había pasado estaba todo en calma y con seguridad pude salir de su morada, Cuando nos volvimos a ver, ella me ofreció ir a un lugar mágico oculto de entre las redes magnéticas de ese lugar que se encuentra en los arrecifes de esta estrella y yo dije: “eso ni se pregunta, claro que quiero ir”, Ella con una gran sonrisa me dijo: “bien” corrimos juntos entrelazados de las manos por una cinta roja que es la del destino, No entendía, porque precisamente, tenía que correr entrelazados de las manos con esa cinta, pero bueno no quise preguntar.

Al llegar a este lugar mágico, nos encontrábamos alrededor de árboles gigantes, inusuales en mi planeta, se lo dije a mi alma gemela, pues eran verdaderamente grandes, sus espigas eran de oro, otros eran de zafiro y muchos otras decoraciones de gemas preciosas, Ella me dijo que si sabía que en mi planeta, árboles como estos no existían, pero era ese el propósito para que los viera, Al centro del lugar en donde nos encontrábamos, residía una fuente sin igual, En sus costados tenía figuras de cisnes gigantes que sostenían gatillos de agua de la vida, de la juventud, Esta fuente empezaba a lanzar agua hacia el cielo de colores, verdes, azules intenso, morado, dorado y otros colores que no conocía ni comprendía, colores sin igual, que con tan solo con nuestra presencia danzaban en el aire cósmico, de pronto una especia de música danza, empezó a resonar desde nuestros interiores, era como una caja musical que en nosotros había y empezaba a tocar su música, Nuestro instinto quería bailar.

Sin dudarlo, sostuve la mano a mi alma gemela y ella con su mirada Calipso me dijo: “si” no sé qué pasaba en ese momento, porque de pronto, sentí un gran peso en mis parpados que no me permitían abrir mis ojos, cuando esto se erradico, me vi y la vi con nuevos atuendos que no los podría explicar, ella me decía que danzábamos la danza Real del Cisne Enamorado.



En los momentos que me decía eso tuve una corta visión donde aparecía un corazón adornado de oro puro , muy grandes , tenían algo así como alas muy blancas cuando termine de ver esto mi alma gemela me dijo ¿ya lo viste verdad? Y yo anonadado dije si y pregunte ¿como lo sabes? Y ella me dijo afirmando yo soy tu alma gemela todo lo que vez yo lo veo pues somos una sola alma lo que has visto es el fruto de nuestros corazones unificados tan solo en uno, un solo corazón que palpita para los dos y yo le dije que hermoso hablas y ella dice; nace de ti que es parte de mi y yo le dije sin tener conocimiento "es cierto", seguíamos bailando la Danza Real y no me di cuenta de que cada vez nos acercábamos mas a la fuente y en un paso hacia atrás nos caímos a la fuente de casualidad y nos empapamos de esta agua, desde allí hadas doradas salían mirándonos desde la fuente, salía una tempestad de ellas que ilumino el cielo cósmico con sus alas doradas que esparcían por doquier polvo mágico dorado, era como un polen, en ese momento fue inevitable el beso entre estas almas gemelas, durante esto ocurría, ocurrió una explosión desde nuestros interiores hasta nuestros exteriores, era el surgimiento de un universo lleno de asteroides, estrellas-diamantes, soles, lunas, portales, planetas y muchas cosas mas era el lugar de nuestro surgimiento, el tiempo pasaba sin darnos cuenta pues habíamos perdido la noción del tiempo y ni siquiera recordábamos que estábamos dentro de esa estrella, luego de eso nos miramos y sin pronunciar ninguna palabra nos dijimos "te amo" en nuestro Ser esta palabra hizo eco llenando el vacio de nuestra soledad, de dos almas perdidas pero felices de el reencuentro y así pasamos por décadas viviendo y morando en nuestras almas en ese lugar que era el nuestro, en el momento adecuado nos encontrábamos en una pradera y desde el césped surgieron miles de trillones de pequeñas aves de color azul intenso, llenado el cielo con sus familias, el CREADOR nos decía desde su Morada "así es que deben de hacer todas las almas."



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